09 Jun ¿Productividad u Obsesión?
Los que corremos sabemos que necesitamos técnica y disciplina para alcanzar nuestras metas. Pero también sabemos que necesitamos escucharnos y conocernos para poder evolucionar en nuestro ejercicio. Las organizaciones y las personas en el trabajo necesitan hacer lo mismo.
Al inicio de la pandemia hubo un boom de la necesidad de ser productivos. Incluso pasaba por encima del: ¿cómo nos vamos a organizar? De hecho hubo/hay un boom por cursos sobre productividad, time ownership, etcétera. Todavía vemos muchos webinars, cursos y demás teniendo a la productividad como bandera.
Pero, ¿ser productivo es el fin de todo? ¿Sólo eso?
Frederic Laloux, autor de ‘Reinventing Organizations‘, dice que las Teal Organizations tienen tres características: propósito evolutivo, equipos autogestionados y el sentido de plenitud. Esto último contempla que ‘nos podamos brindar toda nuestra persona al trabajo’. Nuestras amigas Liz Fosslien y Mollie West Duffy van aún más lejos y buscan mejor que: “brindemos nuestra mejor persona al trabajo.”
I. Mejor persona > Persona Productiva
En estas últimas semanas a raíz de estar leyendo ‘No Hard Feelings’, ‘Life is a Sandcastle’ y al impartir el Curso de Resiliencia y Adaptación al Cambio me surgen dos preguntas:
1) ¿Si la mera persona productiva no se queda corta?
2) ¿Si realmente queremos un trabajo en el que sólo importe nuestra productividad?
Liz y Mollie proponen en su libro siete reglas para las emociones en el trabajo la primera es mi favorita: “Sé menos apasionado sobre tu trabajo.” Ellas dicen que este statement tiene una causa raíz que nos hemos convertido en mártires de nuestro trabajo.
¿Por qué?
a) Porque creemos que la única manera de tener éxito es nunca dejar de trabajar.
b) Creemos que la felicidad es el resultado del éxito profesional.
El concepto de resiliencia moderno que tenemos es meramente voluntarista. Debido a que efectivamente el concepto de libertad que tenemos es meramente pragmático. Desde Kant hasta nuestros días se confunde la libertad con el acto de producir. Es decir, se tiene la idea que soy libre en la medida en la que produzco. Lo cual es muy sesgada y limitada. La otra visión es la clásica: la libertad es vista como la capacidad de elegir bien. En la medida que actúo y decido soy más libre. Si se fijan es más profunda y no se queda sólo en el producir. La visión fenomenólogica o personalista es que el ser humano es esencialmente libre. Esta postura se puso de manifiesto en los campos de concentración en donde parecía que se anulaba la libertad; aún así había un resquicio de libertad, irreductible, algo propio. Basta leer la experiencia de Viktor Frankl en Auschwitz y contada en ‘El Hombre en Busca del Sentido’.
Cuando escuchamos hablar de la mera productividad no sabemos si llorar, reír o enojarnos. Es más nos parece hasta robótico, como si pretendieran programarnos. Nos hace pensar que no dista mucho de la Producción en Serie de Ford pero disfrazada. Es más, se nos hace hasta robótico, sin soul y sin groove. Creemos realmente que nos aleja del Futuro del Trabajo y lo más importante de la naturaleza humana.
No vamos a profundizar tanto en este post. Pero creemos que si queremos brindar nuestra mejor persona (y no perfecta pero no robótica ni voluntarista) al trabajo y en todo lo que hagamos; tendríamos que conocernos y aceptarnos. Sólo así podemos ser libres (con nuestras limitaciones y nuestra historia y demás) y así entregarnos y dar nuestra mejor persona.
¿Cómo no ser esclavo de la productividad?
Les recuerdo que al iniciar la pandemia, efectivamente caí en el productivismo, en el voluntarismo, en la mera resiliencia superficial.
a. Romper rutinas: nos encantan las rutinas. Es más para nuestro cerebro son increíbles, le son más cómodas. Es más nos ayudan hasta crear hábitos. Es más hasta nos podemos poner “triggers” que nos ayudan a desarrollar el hábito; relacionar el inicio de una actividad con una canción. Todo esto lo ve Charles Duhigg en ‘El Poder de los Hábitos’.
Aún así, vale la pena romper la rutina. Al principio de la pandemia muchos nos propusimos efectivamente: levantarnos en cuanto sonara el despertador. En lo personal, lo alejo de mi cama para ver obligado a saltar a apagarlo y acto seguido tender mi cama. Después meditar/orar 20 minutos y luego bañarme. Hoy mis mañanas son variadas aunque me despierto a la misma hora y efectivamente tiendo mi cama. A veces me quedo unos minutos más en mi cama porque puedo estar más cansado. Sí, medito/oro. Otras veces salgo a correr por la mañana. Otras veces leo literatura por la mañana. Ningún día es igual. Pero he aprendido a sentirme, a soltarme, a estar más relajado y ligero. A no encorsetarme tanto y tener la capacidad de adaptarme.
Curiosamente, gracias a Dios, hemos tenido más trabajo en Polymath. Estoy mucho más contento, relajado, suelto, ligero, he recuperado el groove. Duermo más a gusto. Rindo más, pienso mejor. Estoy más en paz. Y así nos sentimos todos los polymaths, quizás a veces algún día de bajón, otros mejor, pero en términos generales muy bien.
b) Safe to Try: en nuestro post anterior (muy relacionado a este) hablábamos de cómo afecta el perfeccionismo al trabajo. Uno de estas cosas que afecta es al Cambio Organizacional. Pareciera que queremos tener el campo y el plan perfecto para empezarlo. Pero eso no se da. Podemos crear un círculo continuo y participativo de cambio. ¿Qué es lo que te está estorbando para hacer el mejor trabajo de tu vida? Podrías preguntar: ¿Qué necesito hacer o me hace falta para estar seguro e intentar esta nueva práctica?
Si te fijas tiene todo menos el ser robótico; se intenta y si no funciona en el próximo sprint cambias la práctica y no pasa nada.
c) La consultoría y la vida no es así: conforme pasan los años uno aprende un poco de los golpes de la vida; madura y experimenta que la vida no puede ser robótica que tenemos altas y bajas; y de eso aprendemos. En la consultoría igual; cada equipo y organización es distinta. No existen los productos terminados; todo es personalizado; todo se ajusta y adapta constantemente.
En Polymath nos hemos acostumbrado a escuchar; a co-diseñar con el cliente; a tener nuestros braintrusts internos. En que sí podamos brindar nuestra mejor persona al trabajo. Es la única manera en que puedan convivir distintos expertises y approaches.
d) Sueño: probablemente sea consejo de persona mayor pero sí, duerme. Así como los deportistas sabemos que el descanso es bueno y que necesitamos también descansar el músculo. Pues lo mismo para el resto de la vida: duerme, desconecta y descansa.
e) Evita la saturación: al inicio de la pandemia también me hice una lista de podcasts. Los incluí en mi rutina. Los escuchaba cada día al recoger los trastes, bien al tirar la basura o al caminar escuchaba un podcast. Pero luego poco a poco me fui saturando y cansando. De nuevo escuchaba recetas; sentía la sensación que no estaba en ningún lado al mismo tiempo.
En este sentido, la semana pasada hablando con nuestro colega Marco Velasco (que por cierto hoy lo entrevistaré para ¡Reinventándonos! Podcast) decíamos ambos que nos habíamos saturado un montón. Aunque efectivamente tengamos un podcast y nos da gusto que lo escuches. Primero tratamos de evitar de saturarte; y darte contenido de valor; finalmente tú escúchalo cuando tú quieras y cuando tú puedas.
Para evitar la saturación te recomiendo dos cosas que me han servido enormemente:
i) Pon por encima de cualquier webinar o podcast, tener conversaciones uno a uno. Sí, hacemos trampa porque en nuestro Podcast es justo lo que hacemos. Conversa, como diría nuestro amigo y poeta venezolano Zakarías Zafra: “No hay mayor espacio de resistencia que la conversación.”
ii) Sobretodo vale la pena que te escuches a ti mismo. No hay mejor podcast que tu conciencia. Me ha ayudado enormemente descubrirme en estas últimas semanas. Ver qué hay ahí dentro. Tratar de hacer más consciente mi inconsciente. Identifica tus emociones, tus actos fallidos, los momentos que han cambiado tu vida para bien o para mal. Seguro encuentras patrones, pistas y áreas de oportunidad. Seguro reconoces tus dones. Habla con las personas que te trataron de pequeño: tus hermanos, tíos, tus padres y especialmente tu madre. Vas a encontrar grandes descubrimientos para tu persona.
Te puede servir la meditación, caminar, escribir. ¿Cómo te escuchas hoy? Puedes ir aún más profundo con la Logoterapia, el EMDR o la Palingenesia.
f) No implica que no tengas disciplina, que no tengas un propósito o que no tengas un mínimo de orden: no estoy llamando ni a la anarquía, ni al desorden, ni no hacer nada. Simplemente a que seas más consciente. Que hagas un alto de vez en cuando. Que no sigas la mera inercia. Que te preguntes si eres un mero producto o un mero recurso humano. Que revises tus prioridades. Que pongas todo en su justo balance. Que te preguntes si en aras de la productividad le has perdido el sabor al trabajo, el disfrutarlo, si te has quitado flow o groove a lo que haces.
El New York Times publicó que los americanos prefieren tener un trabajo pleno sobre estar casado, sobre ser religioso, sobre ser un buen vecino, sobre ayudar a la comunidad, sobre tener muchos amigos o sobre tener tiempo suficiente para uno mismo. Cada uno sus prioridades pero ponlas en la balanza.
No vaya a ser que indirectamente caigas en burnout. Para ello Christina Maslach tiene un examen si es que estás en burnout: a) Estar emocionalmente exhausto: te sientes repentinamente drenado de energía. b) Despersonalizado: hasta las cosas pequeñas te irritan más que antes. c) Apático: te sientes ineficiente y desconectado de los proyectos en los que encontrabas diversión.
Tú sabrás contestar. Yo ya he preferido que sí que tengo que escucharme continuamente y que soy más que trabajo. Tú, ¿cómo te ves a ti mismo?
Epílogo
Te dejamos una reflexión sobre esta frase de Arianna Huffington.
Descansa, desconecta que no todo es trabajo.
Somos más que trabajo, el trabajo es sólo una manifestación nuestra.
Hay más habilidades que las meramente prácticas y que te van a ser mejor que las meramente prácticas.
Tienes cosas muy importantes que atender. Tienes vida allá afuera. Tienes una riqueza ahí dentro.
No te sientas juzgado por tu trabajo. No te sientas ahogado por tu trabajo. Date tiempo para ti si quieres llegar lejos.
Pareciera que hoy sólo importa producir y dar productos. Es una visión muy sesgada y muy corta de nuestras personas. Da pena que sólo nos veamos como recursos.
Piénsalo que vales mucho más que todo el trabajo junto.
De verdad, piénsalo.
*¿Quieres hacer este post realidad en tu organización? ¿Quieres seguir hablando sobre cómo puedes rediseñar a tu organización y/o equipo en esta contingencia y tomar inercia para que lo pueda venir? ¿Te gustaría co-diseñar tu Cambio Organizacional? Escríbenos un inbox en cualquiera de nuestras redes. Envíanos un correo a hola@polymath.com.mx o bien puedes agendar aquí con nuestro fundador Luis Salas.
** ¿Te gustaría crear alineación, nuevas formas de trabajo, engagement, hacer que las cosas sucedan de manera ágil, sistémica y divertida? Pregunta por nuestro ‘Faster, Better, Happier’.
*** ¿Te gustaría hacer realidad la Estrategia de Futuros en tu organización? Pregunta por nuestro Future, Better, Happier 🙂
**** Descarga nuestro más reciente E-Book:‘Los Anticuerpos del Cambio’. ¿Cómo identificar esos anticuerpos que te protegen ante el cambio positivo?
*****Puedes suscribirte a nuestro Newsletter de Polymath aquí
******Puedes suscribirte a nuestro canal de YouTube aquí.
Sorry, the comment form is closed at this time.