Las organizaciones que triunfarán

09 Sep Las organizaciones que triunfarán

Hoy en día queremos resolver problemas con tanta agilidad pero a veces con tanta distancia entre nosotros.

Parte de esta intencionalidad, que tienen las Culturas Organizacionales Competitivas, es que quieren el cambio cueste lo que cueste. En ella incluye el querer cambiar hábitos y también el querer ser más cercano.

Brené Brown dice:

“Es muy difícil odiar a alguien que tenemos cerca.”

La cercanía no es ser acosador ni micromanager. La cercanía es estar disponible, ser sencillos, accesibles, ser empáticos; el acosador y el micromanager por definición no son empáticos. Diría nuestro buen amigo Arturo Ortega: “La agilidad comienza con mi prójimo.” Esto es con mi compañero de equipo, con mi colaborador o con mi jefe; estar cercanos, no tardarnos en atender a los problemas o en lo que nos piden.

La cercanía nos permitirá con mayor facilidad aprender con y de los demás. Que como decíamos en nuestro post anterior que es el grado más alto de aprendizaje. A estas culturas cercanas les será más fácil conectar humanamente con nosotros; porque todos tenemos la necesidad intrínseca de ser autónomos, competentes y relacionarnos con los demás.

En esta medida en que nos esforzamos por conocernos, por pensar, por aprender iremos creando una Cultura Organizacional Competitiva. Es decir una cultura atractiva por sí misma por su propuesta de valor, por sus formas de trabajo, por las personas que trabajan ahí. Cultura intencional que busca y quiere el cambio con toda sus consecuencias; cultura adaptable gracias a esa intención de buscar y querer el cambio; de estar cercano a su usuario externo e interno y la autonomía que sabe ceder; se crea una Cultura por la que vale la pena apostar.

Al igual que lo más propio de una persona es su intimidad lo que lleva dentro; en una organización lo propio es su comunidad (sus personas y su entorno) y su cultura. Diría, en esta línea, mi amigo y mentor Bob Gower: “¡No tenemos tiempo para otra cosa más que para mejorar nuestra cultura!” Esto mismo le puede pasar a una persona como a una organización que no se conoce, que no dedica tiempo para pensar y que no aprende en conjunto, es decir con y de sus colaboradores. Hoy en día se pierde mucho el tiempo. Tiempo en cosas que no dan valor a la organización; que sólo sirven para lo superficial pero no para atender a los problemas de fondo de la organización. Además esas cosas que iremos sumando llevarán aún más tiempo administrarlas y más tiempo que se nos escapa.

La persona cuando pierde el tiempo el principal perjudicado es ella. También puede afectar a más pero principalmente a ella misma. En la organización se afecta a sí misma, a los colaboradores, a la familia y al entorno en donde se desarrolla esa organización. Invertimos tanto tiempo en certificados, eventos, auditorías. Dejamos de lado a las personas, las conversaciones para resolver problemas, el experimentar, en mejorar nuestras formas de trabajo, etc.

A lo largo de acompañar a las organizaciones a reinventar la manera en que trabajan, organizan y dirigen y al ser curador de TEDxPaseoSantaLucía. He aprendido que más que añadir cosas a la organización; es más bien pulir, quitar lo que estorba, sacarle más brillo a lo bueno que ya hacen; a enfocarse en su cultura. El mismo padre del Toyota Production System, Taiichi Ohno (y para muchos padre de las metodologías de agilidad) decía:

“Waste is a crime against society more than a business law.”

Parece que todo converge en nuestro propósito de Polymath: “ayudarles a crear ambientes en donde las personas se puedan brindar más y mejor.”

Justo ahí se encuentran las organizaciones que triunfaran en el Futuro (de hecho ya triunfan hoy), aquellas que les permitan a las personas poderse brindar más y mejor. Porque en gran medida conectan con las personas en lo más íntimo. Al igual que nos resulta atractiva una persona porque es diferente, porque sabe lo que quiere, porque es abierta, porque sus proyectos a los que les invierte tiempo son interesantes y añaden valor; por lo mismo una organización es atractiva por las mismas causas. Y al igual uno se siente que puede ser mejor en esa organización, lo reta, lo hace pensar, toma todos mis talentos y los mejora.

No es casualidad que se haya promulgado una ley como la Norma-035 sobre Bienestar Laboral. Es tanto el hartazgo de los lugares tóxicos, que nos dañan; y es un llamado a gritos de buscar mejores lugares de trabajo; que tomen en cuenta a la persona en toda su integridad. Ojalá que no nos quedemos en el mero texto legal o en una mera certificación como “lugar de bienestar” (o como le vayan a poner) y que vayamos a más.

Este año hemos tenido el privilegio de trabajar con personas que vibran porque conectan primeramente con ellos mismos. Vibramos en una misma frecuencia y movemos a las personas que reciben nuestros servicios. Creemos que esta es una de las ventajas competitivas de Polymath al ser una unión de consultores. Vibramos y nos apasiona lo que hacemos.

Las mejores organizaciones triunfarán justo porque nos harán vibrar a nosotros, a su mercado y al entorno porque ayudarán a hacerlo mejor. Cualquier persona anhela trabajar en estas organizaciones que nos hagan vibrar.

Que tú te decidas a Reinventar la Cultura Organizacional de donde trabajas o que diriges, depende no sólo el futuro de tu organización y del trabajo, depende el futuro de la humanidad.

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