Las emociones no tienen framework

Las emociones no tienen framework

El gran Antonio Machado decía: “Sólo recuerdo la emoción de las cosas, y se me olvida todo lo demás; muchas son las lagunas de mi memoria.”

Creo que el pavor que muchos le tienen al Futuro del Trabajo y el Cambio Organizacional es ocasionado en gran medida por no considerar las emociones en el cambio organizacional o por tratar de hacerlo meramente racionalmente.

La semana pasada escribí un post sobre cómo ver a la organización como un todo y actuar en consecuencia. Creo que muchas veces tampoco tomamos en cuenta a la persona en toda su integridad y una parte que sacrificamos es la emotividad.

A lo largo de este tiempo de dedicarme a la Creación de Contenidos en el TEDxPaseoSantaLucíame he dado cuenta que para llegar a la audiencia hay que cautivarla. Hay que conectar profundamente.

A lo largo de este tiempo de dedicarme a ayudarles a las organizaciones a realizar su cambio organizacional me he dado cuenta que muchas de las veces sólo tomamos en cuenta la parte racional de las personas. Pareciera, en otras ocasiones, que en el trabajo están prohibidas las emociones. Incluso algunos consideran poco profesional llevar las emociones a las organizaciones o incluso hacer un ejercicio en donde busquemos conectar emocionalmente lo consideran inútil. Y no consideran inútiles casos de negocios antiguos analizados sólo racionalmente, por ejemplo.

Es muy famosa la frase del gran polymath Blaise Pascal: “El corazón tiene razones que la razón ignora.”

A veces creemos que las emociones son lo más superficial cuando en realidad son de las cosas más profundas y que hablan de nosotros. Uno de nuestros speakers de TEDxPaseoSantaLucía de este año, es un médico que ha creado una técnica llamada a la Palingenesia que va hacia la raíces de la enfermedad que va incluso hasta la fase embrionaria. Como bien sabemos la racionalidad en el ser humano comienza pasando los 9 años. No por nada los niños nos pueden hablar con mayor facilidad con el corazón y de manera muchísimo más transparente y sencilla. Parece que de adultos y nuestra vida profesional se nos olvida o las dejamos a un lado.

Con esto no quiero decir que sea partidario de las meras integraciones “yupi” en que sólo la pasamos bien por un momento y todo se olvida y no se llega a nada. Necesitamos, claro está, un balance y también conectar con distintas formas en que entendemos la realidad.

En nuestra curaduría TEDx y en nuestras Masterclasses de Public Speaking introducimos este ‘Cuadro del Engagement’:

Este cuadro nos ayuda a entender los distintos tipos de audiencia que puede haber, a quiénes nos enfrentamos y en cuatro puntos que nos enfocamos principalmente como audiencia. El primero es el conceptual: esto es el Big Why de una charla TED, la idea central. Lo concreto es un ejemplo en el que se hace realidad o lleva a cabo ese concepto. Los datos, hay personas que no nos creerán hasta que vean números, estadísticas, autoridades que nos fundamenten. Emociones que nos conectan con el speaker y nuestra charla. Que puede ser gracias a las historias y principalmente a que ponemos a la audiencia como estrella.

Efectivamente con las emociones conectamos. Y habría que decirlo o preguntarte: ¿tu trabajo te emociona? ¿el cambio organizacional que están lanzando en tu empresa te emociona? ¿Emocionamos a nuestros usuarios?

Claro que hay distintas maneras que podríamos emocionar e ir más allá de lo meramente racional.

1) Quizás a ese cambio organizacional le falte una narrativa adecuada con la que conectes emocionalmente. ¿Hay algún hecho que haya motivado el cambio organizacional? ¿Qué pasaba antes de ese cambio organizacional? ¿Cómo vislumbras ese futuro? Cuenta esas historias a tus colaboradores de antes, durante y el futuro del cambio. Que nos emocione e ilusione llegar ahí.

2) Diría el gran Seth Godin en su libro: ‘This is Martketing’: “Lo que quiere la gente es lo que eso que tú haces hará por ella. Lo que quiere es cómo eso que tú haces le hará sentir. Y no hay muchos sentimientos entre los que elegir.”

Vale la pena preguntarse, ¿cómo estás haciendo sentir a tus usuarios, colaboradores en cada etapa que se encuentra interactuando contigo? Por eso vale la pena no sólo tener una Experiencia de Usuario, tener una Experiencia del Colaborador. Si quieres profundizar más en la Customer Experience te recomiendo el libro de mi amiga Yami Almaguer.

También seguir la metodología creada por el gran Clayton Christensen de ‘Jobs to be Done’no sólo con el usuario externo, también con el interno. Cómo puedo satisfacer esas necesidades que tienen en cada interacción. ¿Cómo los hago incluso mejores?

3) Trata de conectar todos los días no sólo en “cuestiones de trabajo”. Uno de los síntomas que nos fijamos en las organizaciones para ver su ambiente y formas de trabajo; es cuántos grupos informales hay, si hay rituales ahí o no.

No nos cansamos de recomendar los Check-In. Nos ha de interesar mucho cómo vienen nuestros colaboradores a nuestros lugares de trabajo; qué traen consigo. Puedes cambiarlos cada semana o incluso cada día. Aprovecha para conocer pasatiempos, preocupaciones, aficiones, de tus colaboradores. Sé curioso.

¿Qué rituales tienes dentro de tus equipos? Puede ser que alguna hora, hagan un work-out o bien tengas jueves de café o de té. ¿Promueves los grupos informales? Un amigo me decía que en su equipo hicieron un reto para hacer ejercicio. Se buscaba que hicieran por lo menos cuatro días a la semana 40 minutos de ejercicio. Para ello tendrían que pasar su reporte cada día. En caso de que faltaran a esos días se pagaba 100 pesos por cada día que faltaban. Al final se haría una rifa con el dinero juntado. Lo que comenzó por cuatro personas se sumaron más de 20 personas. Eso es un equipo vivo, alegre, humano.

4) Algo que te puede ayudar a conectar más profundo es hacer alguna intervención de inteligencia colectiva. A nuestros amigos de TCUX son unos expertos y nos encanta colaborar con ellos. En nuestro TEDxPaseoSantaLucía hicieron una intervención con la audiencia para preguntarles: ‘¿Que Futuro te ilusiona?’. La audiencia ponía en post-its lo que ellos pensaban en un instante. Al final se categoriza y se obtiene el resultado que las mismas personas expresaron.

Lo mismo se puede hacer para buscar soluciones rápidas, por ejemplo: ver qué tal está tu clima organizacional. Sin hacer un gran estudio. En lugar de preguntar: ¿qué piensas sobre…? Que implica en sí raciocinio. Podríamos preguntar: ¿qué es lo que sientes?, ¿qué te ilusiona?, ¿qué se te ocurre? Si te das cuenta, la respuesta puede ser inmediata. El corazón tiene la respuesta. Nos sale y se refleja en nuestros gestos, en nuestras sonrisas, en nuestras molestias. Curiosamente es más profunda que la misma razón. Sin embargo, son pocas las veces que tenemos en cuenta esa respuesta transparente. No es casualidad que en cualquier proceso de inmersión se recomiende llevar a alguien que esté anotando gestos, tonos de voz de los entrevistados.

5) Quizás la pregunta más radical para saber si tomamos en cuenta las emociones en nuestro trabajo es: ¿mi lugar de trabajo me inspira a hacer Arte?, ¿mi organización crea artistas?

Me encanta esta cápsula de BBVA con Ramón Gener que habla sobre la grandeza de Beethoven: “Es la primera persona que dice la música va a explicar quién soy yo. Es el primer tío que empieza a escribir música en la idea del creador. En la idea de todo lo que yo hago paso por mi. Todo lo que yo sea capaz de plasmar en la partitura es porque yo Beethoven soy genial. El se convierte en el héroe de su propia música para decir que yo soy un artista.”

A lo mejor los emprendedores podemos vivir más en flor de piel la realidad que nuestro trabajo habla de nuestra personalidad y de lo que somos. Vivimos más pegados a nuestra propuesta de valor porque somos nosotros. El trabajo también puede decir y explicar quiénes somos.

Igualmente creo que nuestras organizaciones han de atraernos porque conectan con nosotros. Creo firmemente que nuestras organizaciones pueden tener seguidores por su autenticidad. Porque conectan con nosotros emocionalmente y porque genuinamente se preocupan por nosotros.

nivel personal creo que tenemos que tener la conciencia que nuestro trabajo es un regalo que damos a la sociedad. Que cada vez queremos mejorar para quien lo reciba, lo quiera y abrace. Al menos yo así siento que el TEDxPaseoSantaLucía es un regalo, es parte de mi corazón, al igual que Polymath es un regalo para mis clientes y entorno.

Habra otros que quizás, tristemente, tengan la idea de que el trabajo es un mero lugar de producción. Tengan la idea de que el trabajo tenga que ser lineal, serio y frío porque nos han dicho que es lo “más profesional”. Quizás hemos hecho personas incompletas, meramente “prácticas” y racionales; que creemos que un plan perfecto cambiara la realidad de las organizaciones.

Yo creo que tú y yo y nuestras organizaciones están para más. No creo que la emoción sea mero romanticismo yo creo que la emoción nos hace más humanos.

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