26 Feb El Arte en la Organización
Echo mucho de menos el Arte en las organizaciones. Siento muchas veces que el Arte está fuera de los indicadores de las organizaciones; siento igualmente que no se le valora. Dejar fuera al Arte es dejar sin vida a la organización, es dejar fuera al ser humano. Gilbert Keith Chesterton decía que: “El Arte es la firma del ser humano.”
¿Cómo recuperar el Arte?
Desde la Educación
Esta falta de Arte se percibe en “la seriedad” con la que somos educados. La semana pasada me tomé un café con Ana Figueroa, fundadora de Yourney una startup de home schooling. Siempre es una gozada platicar con ella. Le contaba que esta “seriedad” se manifestaba en que muchas universidades, escuelas de negocio ponen su “prestigio” en el miedo y la presión que generan, en lugar del aprendizaje que pueden tener y en la manera que podrían colaborar. Muchas veces estos centros educativos ponen a la presión y al miedo por la falsa excusa que nos “preparan para la vida real”. No logrando cortar con ese círculo vicioso de malos ambientes de trabajo, de malos hábitos y lo peor por un rechazo por seguir aprendiendo.
A veces algunos tachan a las personas que estudian Artes como idealistas e incluso algunos los tachan de rojos. Más bien nos absorben todo el Arte que llevamos para dejar organizaciones insípidas. Seres humanos rígidos y con una sola respuesta “correcta”. Paradójicamente justo los comunistas lo primero que empezaron a meterse fue contra el Arte, lo trataron de controlar para quitar toda alegría, para hacernos olvidar la belleza. A veces organizaciones en su afán meramente capitalista los lleva a ser comunistas al quitar el Arte.
Verdadera Multidisciplinariedad
He sido un afortunado de haber tenido compañeros productores de cine, arquitectos, músicos. De hecho mis mejores amigos son músicos y arquitectos-urbanistas. Algunos los tacharan que son demasiado fantasiosos. Les puedo asegurar que las conversaciones con estas personas son siempre creativas: preguntándonos cómo resolver problemas, cómo conectamos mundos, qué otros proyectos hacemos.
Seguimos viviendo, aprendiendo y trabajando por silos. Lo cual nos trae muchos sesgos al momento de tomar decisiones. Para ir teniendo mentalidad multidisciplinaria te recomiendo dos cosas; tener mentalidad de reto y usuario. Podríamos agruparlo en tener mentalidad de diseñador.
Cada proceso de Design Thinking se engloba en un reto. Pregúntate en cada proyecto: ¿Qué reto tenemos delante? ¿Qué queremos lograr? ¿Qué tarea específica tenemos? ¿Qué usuarios tengo? No sé se necesita ser experto en Marketing para saber si nos atrae o no un producto, se necesita ser usuario sin importar su expertise. ¿Qué pasaría si en lugar de organizarte por departamentos te organizaras por retos?
Leonardo Da Vinci (aquí le dedico un post) de origen florentino cuando buscaba trabajar para el rey de Milan se promovía como Ingeniero de Guerra. Siendo una vacante fundamental para aquellos tiempos en la que se encontraban en guerra constante. Pese a los esfuerzos de Da Vinci por enrolarse como Ingeniero de Guerra fue contratado por el rey de Milan como creador de los desfiles de la ciudad. Esto no desesperó a Da Vinci, al contrario lo animó a que en cada desfile iba a poner todos sus conocimientos al servicio del desfile. Hizo pirotecnia, figuras gigantes nunca antes hechas, objetos voladores, y por tanto sus conocimientos de física, geometría, etc. Seguramente no seremos el próximo Da Vinci pero sí podemos tener esa capacidad de unir conocimientos. Pensar que el trabajo nos ha de animar como una puesta en escena en donde pondremos al servicio de los demás todos nuestros talentos. Encuentra la excusa como Da Vinci.
Les recomiendo ver la TEDxTalk de Gerardo Kleinburg (crítico de Ópera) que tuvimos en 2018 hablando de la importancia de la ficción en nuestras vidas.
Romper el Guión
Según los hermanos Heath una forma de crear momentos memorables es rompiendo el guión. El romper el guión perdura en la memoria de las personas que lo presencian. Pregúntate: ¿en dónde y cuándo podría romper el guión en mi organización? Por ejemplo, ¿tengo que utilizar los mismos slides en mis presentaciones? ¿tengo que vestir siempre formal me hará mejor? ¿en mi equipo puedo personalizar mis rituales?
Por ejemplo, puedes hacer un talent show en tu organización dejarles a las personas que te sorprendan con sus talentos. Quizás tengas un excelente fotógrafo, músico, chef, cantante, diseñador. Quizás un montón de servicios por los que pagan te los podrían proveer tus mismos colaboradores.
Hacia el exterior, ¿cómo puedo sorprender a mi cliente? ¿cómo puedo pedir perdón? ¿qué tanta autonomía doy a mis colaboradores para que rompan el guión con mis clientes?
Dar Ownership
Una de las maravillas de hacer inmersiones en las organizaciones es que puedes conectar más profundamente. Preguntarte por los perfiles que se interesan en tu organización, ver qué perciben, porqué te eligieron a ti. Ahí hay una historia detrás que merece la pena ser contada y ser compartida. Cada persona tiene su visión muy particular, cada persona tiene un llamado y en cierta medida directa o indirectamente las actividades que realiza, la profesión, la organización en que trabaja dicen algo o responden a ese propósito.
Quizás te estás perdiendo una oportunidad valiosísima de conocer a tus colaboradores. A nosotros nos encanta hacer un manual de usuario. Que es una radiografía de cómo es y cómo trabaja esa persona. Vale la pena. Cuando profundizamos más en las personas que trabajan con nosotros, cuando las conocemos más, es más fácil justificar el ownership. Porque esa persona me importa, porque sé que esa persona la puedo hacer crecer, porque sé que esa persona le apasiona este trabajo. Porque esta persona tiene Arte y al mismo tiempo al darle ownership la dejo ser, la dejo crecer. La persona se cede toda a su trabajo, toda su riqueza personal.
También el ownership se puede manifestar en la decoración de las oficinas. ¿Por qué muchos corporativos se parecen? ¿Por qué no dejar que los colaboradores hagan, creen su propio espacio y tomen posesión de el mismo? Deja que te sorprendan. No sólo co-crear productos y servicios, también co-crear nuestro espacio físico.
Recientemente mi buen amigo Iker Muñoz me invitó a grabar un capítulo de su podcast “Innovando Ando”. Ahí en la Nave Axtel impulsan a las startups y crean distintos proyectos de intraemprendimiento. Como has de imaginar tienen pizarras móviles que les permiten modificar sus salas a su antojo. El lugar donde realizan realizan sus eventos se transforma constantemente y el resto de días se adapta para trabajar por equipos de innovación. El estudio en el que grabamos igual eran unos pizarrones cubiertos para aislar el sonido. De verdad que te puedes ahorrar un montón de dinero; y puedes crear un engagement increíble.
A nivel personal
Existe una tremenda moda de todo el tiempo aprender cosas nuevas pero sólo de negocios. Como si el aprendizaje y la vida misma se redujera a negocios. Vale la pena ampliar las miras. El cerebro necesita descansar, despejarse, es parte del proceso de aprendizaje. Si amanecemos y vamos a la oficina y escuchamos un podcast sobre negocios, después llegamos a una junta de negocios, salimos y tomamos una capacitación de negocios, vemos puras TED Talks de negocios no salimos de ahí. Nuestra imaginación no vuela tanto y no dejamos que nuestra cabeza y nuestras emociones nos den para más.
No digo que dejes de escuchar podcasts de negocios (yo lo hago) pero también varía un poco. Aquí te pongo lo que escuchamos Ana Venegas y un servidor y nos ayuda mucho en Polymath.
Podrías ir más a la raíz de los asuntos (de hecho es la forma más rápida de aprender) meterte a conocer más a la persona. Podrías tomar a algún curso de Antropología; a algún curso de Escritura Creativa, de Pintura, de Historia, alguna clase de composición musical o canto. Comprender más la Historia de la ciudad nueva donde vives o tu ciudad de toda la vida y ayudarte porque somos de una u otra manera. Sirve que te despeja tu cerebro, vienes con ideas frescas. Sin dejar de lado el deporte.
Vale la pena hacer un examen de lo que consumimos: escuchamos, vemos, los cursos que tomamos. Analiza la rutina de tu día a día, tus trayectos. Quizás algún día lo puedas utilizar para correr.
Hace unos años escribía en mi blog personal que estaba para ser Arte. Que no concebía mi vida de otra forma. Sigo pensando de esa manera. Recientemente platicaba con mi mejor amigo es de los mejores músicos que he conocido y tiene una empresa de automatización. Decía que el no estaba dispuesto a llenar su tiempo de puro trabajo; que el tenía que tener tiempo para hacer natación y componer. No podía dejar ese talento a lado que además lo necesitaba para estar fresco y seguir creando en su empresa. En mi día a día he tenido la fortuna que muchas personas a las que damos servicios en Polymath luego creamos una relación personal de amistad. Me cuentan sus cosas y cada vez vemos a personas más desgastadas, mas desilusionadas y desmotivadas. En gran parte en muchas de ellas, entre otras cosas, veo una gran falta de Arte. Veo una vida llena de cosas de negocios solamente.
El Arte nos conecta con nuestro yo profundo. No tienes que explicar a una persona la alegría que te hace sentir una pieza de Mozart o la nostalgia que te hace sentir Chopin aunque pasen los años. La belleza no se explica, se siente. No podemos dejar las emociones a un lado (ve mi post sobre emociones aquí). El Arte nos humaniza como el buen Chesterton lo recalcaba. El Arte nos conecta sin esforzarse demasiado. Nos puede hacer sentir pertenecer a algún lado. Piensa qué sería París sin Louvre, qué sería Roma sin el Foro Romano o cualquier ciudad sin su música tradicional.
Ser Arte nos hará escuchar menos parodias de artistas (como diría Fito Paez) que abundan tanto hoy en día. El Arte es un gran termómetro de la humanidad. Podemos voltear a nuestro alrededor y veremos la falta de Arte en nuestra música actual.
El Arte en gran medida depende de su audiencia. Quizás la audiencia se está mal acostumbrando. Pero si no le abrimos la puerta a nuestros artistas, mal estamos y no descubriremos nuevo Arte. Quizás en tu organización tengas un artista que le de vida a tu espacio de trabajo. Quizás no lo estás escuchando y por tu culpa nos lo estamos perdiendo.
*Si quieres seguir hablando sobre Cambio Organizacional o cómo preparar a tu organización para el futuro. Escríbenos a hola@polymath.com.mx
Ya tenemos agendadas todas nuestras Masterclasses, ¡ahí nos vemos!
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