El Amor (a) en el Trabajo

El Amor (a) en el Trabajo

El amor es lo que es propio al ser humano. Quizás te pueda parecer una ilusión porque, es verdad al amor lo hemos despersonalizado o bajado de nivel; o bien, no lo entendemos.

¿Se puede hablar de amor en el trabajo? ¿Se puede hablar de amor al trabajo?

I. El origen de las organizaciones

Las organizaciones nacen porque cumplen una necesidad en específico. Es decir, le ayudan a hacerle la vida más fácil a un usuario en concreto. Podríamos decir que las organizaciones en sí mismas pueden ser buenas y nobles.

Incluso, las organizaciones responden a la vocación social del ser humano. Sólo se realiza con el otro; el ser humano es un ser en relación con una misión en concreto. Si damos un vistazo a la Historia del ser humano podremos ver que las grandes hazañas se han conseguido en conjunto.

Sabemos que el ser humano también puede relacionarse para cometer las peores atrocidades. Incluso a veces lo hemos puesto en el top of mind con tantas series hablando de un mal organizado. Vale la pena darle un twist y hablar de un bien organizado. Y es justo aquí donde entran las buenas organizaciones.

Te recomendamos la TEDxTalk de Sandrine Molinard en TEDxPaseoSantaLucía hablando sobre el bien organizado.

https://www.youtube.com/watch?v=lVbLWTQjXQo&t=11s

II. Deconstruyendo al amor

Te pregunto una vez más: ¿Se puede hablar de amor en el trabajo? ¿Se puede hablar de amor al trabajo?

Incluso podríamos decir que contestar a la segunda pregunta es necesario para poder hablar de amor en el trabajo.

Podríamos hablar que el amor es aceptación, es dar y es don. En ese orden. Tantas veces pensamos que el amor es dar una y otra vez. Pero el amor comienza con la aceptación.

a) La aceptación

Acaso lo más difícil en las organizaciones. El primer paso para querer transformar de verdad a una organización: es aceptar que las organizaciones tienen un papel transformador a nivel personal y organizacional.

Quizás no todas las organizaciones se quieran dar cuenta; quizás quieran vivir como si el mundo no existiera. No es incompatible ayudar a transformar su entorno y ganar dinero. Podemos ver organizaciones con un propósito tan claro para poder impactar al planeta como Patagonia. Donde toman decisiones basadas en cómo ello ayuda a cuidar el entorno.

Organizaciones grandes con una clara agenda 2030 de sustentabilidad como Heineken, DanoneUnileverBATNestlé, etc. Parece que la aceptación de esta vocación organizacional se impregna, afortunadamente, cada vez más.

Para que esta aceptación sea completa; tendrían que empezar de adentro hacia fuera. Poniendo a sus personas en el centro de todo. De ahí que los temas de Diversidad e Inclusión resuenen cada vez con más fuerza. Diversidad no sólo con un grupo de personas; sino reconociendo la naturaleza humana que por definición cada persona es única y por tanto diversa.

Las organizaciones, sin embargo, son reflejo de las personas. Las organizaciones la componen personas. Sin duda hoy podemos ver una falta de aceptación de las mismas personas. El incremento en padecimientos psicológicos en esta pandemia.

Esa aceptación personal también se refleja en la aceptación de nuestra vocación profesional. Cuántas copias vemos, cuántas narrativas vemos, cuántos pseudo influencers vemos; cuánta repetición de mensajes; cuánta apariencia vemos el día de hoyEn el fondo hay una falta de aceptación y una falta de conocimiento de uno mismo.

Podríamos preguntarnos cada uno de nosotros: ¿Estoy dónde tengo que estar? ¿Estoy respondiendo a mi vocación profesional? ¿Estoy vibrando con mi trabajo? ¿Qué tanto inspiro con mi vida profesional a otros? De lo contrario podemos hacer daño a tantas personas y a nosotros mismos, claros.

b) El Darse

El amor es apertura; no encerrarse meramente en uno mismo. ¿Cómo puede haber una relación si no hay apertura? Una persona encerrada en sí misma difícilmente será feliz, por más tímida que sea.

El ser en relación que es el ser humano se manifiesta en todos sus sistemas. Sistema nervioso, sanguíneo, respiratorio. Todo conectado. Lo mismo interiormente. El ser humano como ningún otro ser vivo; tiene conciencia sobre sí mismo; se sabe persona. Tiene una intimidad. Es una relación hacia fuera; pero también hacia dentro.

Tantas organizaciones que ni siquiera se relacionan hacia dentro. Cuántas juntas monótonas, tan poco feedback; tan pocos mecanismos de escucha y de actuación. Hemos visto tantas organizaciones con tanto talento pero con tan pocas mecanismos de escucha. Organizaciones que no permiten co-diseñar; y sin eso difícilmente podremos decir que la organización la sentimos como nuestra; porque somos meros instrumentos.

Qué increíble sería que las personas pudieran encontrarse en las organizaciones. Pudieran responder a su vocación en tu organización. Que puedan sentir que vibran y se puedan expresar libremente sin miedo a ser reprimidos. Elemento fundamental de la Seguridad Psicológica. Como habla Frederic Laloux de las ‘Teal Organizations’ ese sentido de plenitud en las organizaciones necesario para que evolucione y crezca.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Nos hemos topado con tantos directivos que son el principal problema por la falta de apertura; por solamente querer figurar; por querer crear meramente una carrera sin importar a quién tengan que pisar.

Puedes comenzar co-diseñando ya de verdad tu Sistema Operativo de Trabajo es un first step.

Piensa: ¿Qué tanta retroalimentación hay en tu organización? Tanto a nivel one on one como de equipos. ¿Qué es lo que co-diseñas ya? Formas de trabajo, prácticas. ¿Qué tanto estás dispuesto a ceder tu liderazgo? ¿Qué tantas veces dices ‘no tengo la respuesta, tú ayúdame?

c) El don

Todos somos un don. La vida es un regalo; no hemos hecho nada para merecerla. Alguien nos ha dado vida y nos ha dejado vivir. Cuando existe aceptación y el darse; surgen dones; surgen frutos.

La semana pasada destacaba en un post que en medio de tanta automatización y lo mainstream resurgía un anhelo por lo artesanal. Por los trabajos hechos con toda la mano. Pareciera que también con ello trae un resurgir de lo artístico; de lo cercano, de lo hecho con amor. Destacaba algunos colegas como Gustavo Razzetti y René Lankenau. No es casualidad que plataformas como Patreon o Twitch los creativos compartan lo suyo por un precio que nos da acceso a ello. Donde valdrá la pena suscribirse por trabajar por ese trabajo entregado que será cada día más valioso.

En las organizaciones igualmente traen frutos. Y ha de ser una preocupación y ocupación de las organizaciones traer más y mejores frutos siempre. Las organizaciones están hechas para que evolucionen para que no sean cosas estancadas. El amor igualmente no es algo plano; tendrán sus periodos bajos y altos; pero busca evolucionar siempre.

Diría nuestro amigo, colega y mentor Bob Gower, en ¡Reinventándonos! Podcast que vale la pena crear ‘Better, Faster, Happier places.‘ “I think people at work we are happiest when we are productive. When we are building a product we believe in. And also the happier we are, frankly, the faster we are going to move.” 

No, el amor no es ningún romanticismo. Justamente necesitamos organizaciones genuinas, necesitamos organizaciones que se den a sus personas; que se abran. Que vale la pena hacerles pasar el mejor tiempo de sus vidas. Respetar el tiempo que nos brindan.

Ya el gran Taiichi Ohno, el padre del Toyota Production System y para muchos de las metodologías lean y de agilidad, decía: “Waste is a crime against society more than a business loss.”

Me parece que esta pandemia es un buen momento para reflexionar acerca de nuestras vidas en toda su integridad; es un buen momento para nuestras organizaciones y atrevernos a refundarlas. Para ello tenemos el sello humano: la creatividad. El mismo Bill Gates decía que la innovación es la salvación para este mundo envuelto en la pandemia y que pide a gritos el ser repensado.

Me mueven en lo más profundo de mi ser estas palabras de Joseph Ratzinger:

“La persona debe actualizar y aprender las posibilidades que le han sido dadas, tiene que hacer algo en este mundo. En este sentido el aprendizaje de la profesión y trabajar por ello en absoluto se opone al cometido fundamental del amor, sino que es su concreción. Yo no cumplo plenamente mi misión como amante hasta que no me convierto del todo en el que puedo ser. Hasta que doy todo lo que puedo dar.”

En Polymath nos preguntamos si cada día somos mejores amantes y respondemos a nuestra vocación profesional. Si busco ser mejor cada día y estar más preparado. Si en Polymath también promovemos esos mecanismos de escucha, acción y crecimiento. Y finalmente si en cada cliente, equipo y organización que tocamos les movemos a ser mejores y les abrimos mundos. Esperamos con el corazón que .

 

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