La vida de Startup…el camino más viable

La vida de Startup…el camino más viable

Las Startups han llegado para quedarse, no desaparecerán nunca, al menos de tu mente. ¿Por qué? Porque trabajarás o trabajas en una startup. Porque tú organización seguramente comprará una startup o porque tu organización va a querer trabajar como una startup o tú querrás trabajar como una startup o en una startup.

Trabajar como una Startup es la manera más atractiva, más eficiente, más barata, incluso más humana y con más futuro probablemente.

Hoy en día todos somos conscientes de la existencia de dos tipos de organizaciones básicamente:

1) Las Startups que se han convertido en empresas unicornios.

2) Empresas tradicionales

No quiere decir que haya Startups o PYMES que no trabajen de manera tradicional (el 71% de los empleos en México es generado por una PYME) o bien que cuando aumente el número de colaboradores cambien a trabajar de manera tradicional. Tampoco quiere decir que haya empresas grandes que no trabajen o puedan trabajar como startups.

El buen amigo y colega Aaron Dignan en su libro ‘Brave New Work’ de hecho divide a las organizaciones en: ‘Evolutionary Organizations’ y en ‘Legacy Organizations’. Las primeras dice que son las organizaciones que tienen un ‘mindset’ de colectivamente y continuamente mejorar la manera de trabajar; como una manera de hacer las cosas. Las segundas son las que funcionan de una manera lineal sin considerar que la organización e incluso que la persona misma pueda estar en constante evolución.

En esta misma línea Eric Ries el autor de ‘The Lean Startup’ y de ‘The Startup Way’define a una Startup como: una institución humana diseñada para crear nuevos productos o servicios bajo las condiciones de extrema incertidumbre. En este post seguiremos esta definición.

Eric Ries da una definición amplia. Así podríamos considerar como una ‘Startup’: a un ayuntamiento que innova y que quiere cambiar sus políticas públicas; o bien una institución educativa que quiere cambiar sus programas de estudio para que respondan mejor a la realidad que impera hoy o que responda mejor a la naturaleza creativa y evolutiva del ser humano.

Lo que más me gusta de la definición de Ries es “bajo las condiciones de extrema incertidumbre” y quizás este sea el punto que a muchas organizaciones tradicionales les cueste entender o lo entienden pero creen que no les afecta a ellos; o bien no actúan en consecuencia. Y no actúa en consecuencia porque tienen por ejemplo: equipos fijos, roles lineales, dan soluciones lineales a problemas complejos, toman decisiones unilaterales, o bien trabajan en ideas no fundamentadas en datos.

Podríamos hacer un ‘simil invertido’ que hace Leo Tolstoi sobre las familias: “Las familias felices se parecen unas a otras pero cada familia infeliz lo es a su manera.” Podríamos decir que las organizaciones que operan de manera tradicional se parecen (aquí puedes ver unos casos) y las startups funcionan cada una a su manera. Personalizando cada una sus formas de trabajo a su propuesta de valor atractiva.

Aprender a trabajar con/como startup


Ya lo decía nuestro amigo Guillermo Ceballos en un panel de innovación en el que tuve la oportunidad de compartir con él a principios de año: “cada vez será más común que una startup lleve, por ejemplo, el Departamento de Innovación de una organización (que de hecho ya sucede).” Claro cada vez será más común que las organizaciones operen más con personal outsourcing y menos con personal ‘core’ de la organización. ¿Estás listo para la movilidad empresarial?

Esto mismo ya lo veía, ya hace unos años, Clayton Christensen en su clásico: ‘The Innovator’s Dilemma’. Las organizaciones tradicionales ante la innovación disruptiva tienen básicamente las siguientes vías de escape: comprar startupscrear equipos especiales de innovación que operen de manera autónoma y con formas de trabajar autónomascambiar la manera de trabajar de toda la organización.

Para Clayton Christensen no existe futuro, básicamente, para las organizaciones que no operen bajo alguno de estos tres supuestos. El tiempo le ha dado la razón y tendremos que vivir y actuar en consecuencia.

Podríamos poner de ejemplo el ciclo de vida de una cervecera artesanal. Si una cervecera artesanal crece llegará un punto en que necesitará recursos para producir más o tendrá que enfocarse sólo en un mercado muy pequeño. Si quiere crecer necesitará ser comprada por una cervecera tradicional para que le provea recursos o bien desaparecer. Ya es muy común que las cervezas artesanales efectivamente sean compradas por cerveceras tradicionales.

Igualmente podríamos decir que muchas Startups son compradas para llevar a cabo servicios que las organizaciones grandes no están llegando (por ejemplo, innovación, UX, automatización, logística, reclutamiento, etc), por ser un mercado más pequeño e incluso desconocido para ellos, por no tener personal preparado y/o para cuando lo esté probablemente sea tarde.

Para que esta manera triunfe tendríamos que aplicar lo que los romanos sabiamente ya aplicaron ya hace unos cuantos años. El Imperio Romano se expandió y creció con facilidad básicamente porque respetaba las tradiciones y creencias (religiones locales) de los territorios que conquistaba. A cambio les pedía un tributo y ellos se encargaban de conectarlos con otros pueblos, de llevarles más alimento, más trabajo. Sí, efectivamente todos los caminos llevaban a Roma.

Algunas organizaciones que están comprando Startups e incluso creando Startups malamente, pasado un tiempo, les quieren imponer sus formas de trabajo; quieren “administrar” su organización e innovación y las quieren volver tradicionales. O incluso les dan vida de un año o dos años y si ven tanto crecimiento (de acuerdo a sus criterios) las desaparecen. Habrá que tener paciencia. Comprender que quizás no empiecen a volverse ricos inmediatamente. Pero sí podrán ir contagiando, atrayendo a más talento, abriéndose mercado a un costo bajo.

Otras veces nos damos cuenta que las organizaciones tampoco entienden a los equipos de innovación, los tienen aislados, no escalan esa innovación; o son tan grandes que los hace tan lentos. Otras veces los tienen aislados o bien no le dan la autonomía necesaria. Puedes leer el post sobre los equipos escaladores que recomendamos, aquí.

¿Qué características, además de las formas de trabajo, podría-urge copiar a las organizaciones tradicionales de las startups?

Focus. Fundamental no sólo es que se pierda mucho tiempo en la organización tradicional, en juntas, en burocracia (correos, más comunicación impersonal). Las organizaciones hoy en día quieren agregar tantas cosas en lugar de pulir, en lugar de concentrarse en lo importante. Esto les ayuda a las startups a ser en primer lugar customer centric y por tanto en ir puliendo/pivoteando sus productos y servicios. Las startups son conscientes de los pocos recursos que tienen, del enfoque que necesitan para trascender.

Aunque sabemos que la burocracia cuesta a las empresas, tan sólo en Estados Unidos, un millón de billones de dólares (3 trillion dollars).

Transparencia. Creo que una de las cosas que más les podría doler a una organización es no saber. No tanto del mercado, sino de ellas mismas. ¿Qué sí y qué no puedo hacer con autorización? ¿Cuándo comunican el plan? ¿Por qué sólo los directivos saben hacia donde irá el cambio organizacional? ¿Puedo saber en qué parte del proyecto estoy? Una startup está acostumbrada a la incertidumbre y por tanto tiene la necesidad tiene de compartir todo.

Simplicidad-Accesibilidad. Podemos tener organizaciones tradicionales separadas. Tener directivos alejados y que rara vez los vemos e incluso que sea impensable mandarles un correo. Podríamos aprender de las startups que tienen a los directivos (que muchas veces suelen ser los fundadores) al pie del cañón.

Propósito claro, evolutivo e inspirador. Muchas de estas organizaciones nacieron para resolver una necesidad concreta, con un objetivo concreto. Airbnb, Spotify, LinkedIn, Google, Amazon, Tesla, WeWork. Todos sin decirte cuál es su propósito seguramente ya los conozcas. Cabría preguntarte, ¿mis colaboradores saben cuál es nuestro propósito?¿Puedo conectar con cualquier colaborador sin importar qué rol tenga en la organización?, ¿me ayuda a tomar decisiones, es honesto, es atractivo?

Sí hay esperanza si eres una organización tradicional

Te lo puedo decir de primera mano, para funcionar como una startup no necesitas contar necesariamente con personas altamente capacitadas. En el negocio familiar que teníamos, el Car Wash ‘Los Tubos’ aprendí que efectivamente había otra forma de trabajar. Me di cuenta lo importante de permitir que las personas se puedan brindar más y mejor a su trabajo. Cuando genuinamente los empiezas a tratar como personas, como iguales es cuando las organizaciones crecen y nos volvemos centrados en el usuario porque primeramente estamos centrados en nuestras personas, en nuestro usuario interno. Ahí tomábamos decisiones colegiadas, juntas semanales, creamos narrativas de cambio. De hecho, nos visitaban periódicos, organizaciones e instituciones educativas por nuestra manera de trabajar y de entender el trabajo. Porque sí las formas de trabajo atraen, llaman la atención.

Tu startup interna seguramente ya la tienes. Los emprendedores incluso también. De hecho el buen Eric Ries llama a emprendedor: a todo aquel que dirige la creación de este producto y/o servicio en condiciones de extrema incertidumbre sin importar el tamaño de la compañía, del sector o del estado de desarrollo de tal producto.

Ojalá que al menos seas consciente de que ahí afuera puedes tener montones de aliados para que trabajes con/en una startup. Que necesitas trabajar como una startup. De lo contrario tus colaboradores que quieran o empiecen a crear una startup, te abandonarán.

No Comments

Sorry, the comment form is closed at this time.